8 competencias para el trabajo y la vida que debes aprender si quieres triunfar

Conocer cuáles son las competencias para el trabajo y la vida y desarrollarlas, es fundamental para encaminar cada uno de los proyectos que nos propongamos, bien sea en el aspecto profesional como en el personal. Es nuestra mejor brújula para encaminar nuestro crecimiento.

Y es que desarrollar individualmente los diferentes tipos de competencias que existen, nos ayudará a disminuir la brecha entre la educación general y la formación profesional, y que ha puesto un freno a la evolución o nacimiento de ideas innovadoras en el plano educativo.

Cada una de tales competencias para el trabajo y la vida son habilidades básicas que garantizarán el desarrollo de nuestro potencial, que podemos insertarnos en diferentes roles sociales y poder establecer una comunicación clara y empática con nuestro entorno. 

De hecho, gracias a los diferentes ejemplos de competencias para la vida, veremos de qué manera trabajar en ellos para obtener un desarrollo óptimo, pero especialmente; aprenderemos que estos saberes no son inamovibles y que por tanto; debemos mantenernos en aprendizaje constante.

¿Qué son competencias?

Se definen como competencias para el trabajo y la vida a todas aquellas capacidades o conocimientos con los que cuenta un individuo para poder ejecutar una tarea de manera satisfactoria. Además de ello definen los valores, el pensamiento y el nivel de resolución de conflictos.

Entre los ejemplos de competencias para la vida podemos nombrar las habilidades específicas que aprendemos para una profesión específica, así como aquellas de corte más general, que son todas las que permiten que podamos desenvolvernos de manera óptima entre los grupos sociales.

Tipos de competencias

Nuestra premisa de vida debe ser mantenernos en constante aprendizaje, ya que mejorar nuestras destrezas y diferentes tipos de competencias es lo que permitirá que nos consolidemos como profesionales, y podamos realizarnos como personas, en cualquier ámbito.

Comunicación en nuestra lengua materna

En 2006, el Parlamento y el Consejo Europeo acordaron una serie de competencias para el trabajo y la vida, las cuales son básicas para el desarrollo integral de todo individuo, ya que estimulan tanto la participación ciudadana, así como la inclusión social.

Este punto en específico se refiere a la habilidad de expresar ideas y conceptos, pensamientos, sentimientos, hechos y opiniones tanto de manera oral como escrita, así como la interacción en distintos contextos sociales, utilizando el idioma base de nuestro hogar.

Comunicación en lenguas extranjeras

Se sirve de igual manera de las competencias para el trabajo y la vida en las que se basa la práctica de la lengua materna, para generar comprensión intercultural. Es probable que el nivel de dominio del idioma difiera en oratoria, escucha, escritura y lectura; así como las necesidades e intereses individuales.

El conocimiento del vocabulario y la gramática funcional, así como el desarrollo de la capacidad para iniciar, mantener y cerrar conversaciones será la base para mantener el interés en la diversidad cultural, además de alimentar la curiosidad por las lenguas y la comunicación intercultural.

Competencias para el trabajo y la vida en matemáticas, ciencias y tecnología

Así se le conoce al conjunto de destrezas que desarrolla un individuo para razonar matemáticamente, con el propósito de resolver operaciones algebráicas básicas en el día a día. Es el uso del pensamiento y la comprensión de conceptos mediante cálculos numéricos.

Por otro lado, también hace referencia a la habilidad de utilizar herramientas, artefactos tecnológicos, y cálculos científicos para la obtención de objetivos. El juicio y la actitud crítica son esenciales para que las personas puedan comunicar los datos y conclusiones de las investigaciones científicas.

Habilidades digitales

Estas competencias para el trabajo y la vida hacen referencia al uso seguro y eficiente de las TIC, así como la comprensión y conocimiento de la naturaleza de las mismas, aplicaciones informáticas, así como las oportunidades y riesgos que ofrecen el internet, y los medios digitales.

Estas habilidades comprenden la búsqueda, tratamiento, obtención y uso de la información tanto crítica como sistemáticamente, así como el discernimiento necesario para evaluar la validez de ella. Toda persona debe ser capaz de utilizar las TIC para generar y comprender información compleja. 

Conciencia en el proceso de aprendizaje

Es la capacidad de aprendizaje contínuo que desarrolla un individuo bien sea para sí o en sus actividades grupales, así como la propia gestión del tiempo y la información eficaz. Para ello, es menester que la persona sea consciente de su proceso de enseñanza y de los obstáculos que debe superar.

Gracias al desarrollo de capacidades básicas como la lectura y escritura, así como el cálculo y el uso de las TIC, la persona podrá acceder a más y renovada información que le permitirá a su vez poder gestionar su aprendizaje, así como el desarrollo de su carrera profesional. 

Destrezas sociales y cívicas

Estas competencias tienen que ver con los comportamientos que preparan a los individuos para participar de forma eficaz y constructiva en el desarrollo de una vida social y profesional en sociedades que cada vez desarrollan entramados sociales más complejos, y que les permiten resolver conflictos.

Están relacionados con el bienestar personal y comunitario, ya que exige el cuidado de un estado físico y emocional que sea óptimo. También requiere la comprensión de códigos de conducta, y conocimientos que tienen que ver tanto con el individuo, como con los grupos sociales en los que se sumerge. 

Iniciativa y sentido de empresa

Bajo este renglón se aglomeran todas aquellas capacidades que permiten a las personas poder ejecutar y transformar en hechos las ideas y conceptos; ya que están relacionadas con la creatividad, la innovación, la toma de riesgos, así como la gestión de proyectos para alcanzar objetivos.

Estos conocimientos permiten reconocer las oportunidades que se presentan para el desarrollo de actividades personales, comerciales y profesionales; además de la comprensión base de cómo funciona la economía, así como las ventajas y retos a los que se enfrentan los empresarios.

Experiencias y expresiones culturales

Como parte de las competencias para el trabajo y la vida, da relevancia a la expresión creativa en ideas, emociones y hechos, gracias al uso de las artes plásticas y escénicas, la danza, la música y la literatura, que brindan una conciencia de la herencia cultural tanto a nivel local, nacional y regional.

Por ende, abarca el conocimiento de las obras culturales más destacadas, la cultura popular contemporánea, así como la comprensión y el respeto por la diversidad étnica y lingüística con el fin de procurar su conservación, y la relevancia de la estética de lo cotidiano.

¿Qué son las competencias para el trabajo y la vida?

Las competencias para el trabajo y la vida permiten dirigir los elementos que requiere un individuo —es decir los conocimientos, habilidades, valores y actitudes— para la consecución de objetivos personales, y por ende; son mucho más relevantes que los saberes porque conllevan a la acción.

Tales competencias para el trabajo y la vida se manifiestan tanto en situaciones comunes como complejas de la vida, ya que permiten la detección de problemas y la ejecución de análisis para hallar las posibles soluciones al mismo, gracias a las prácticas de tales conocimientos.

Posición de la Unesco sobre las competencias para el trabajo y la vida

En cuanto a las competencias para el trabajo y la vida, la UNESCO establece que la EFTP (Educación y la Formación Técnica y Profesional) permite que se estrechen los lazos entre los sistemas educativos y el mundo laboral, con el fin de dar respuestas a las necesidades económicas, sociales y ambientales.

Esto es posible gracias a que las competencias para el trabajo y la vida permiten que jóvenes y adultos puedan optar por un empleo, el trabajo digno, así como el desarrollo del espíritu emprendedor propio, lo que garantiza el crecimiento equitativo gracias a la educación inclusiva.

Los 4 pilares de las competencias para el trabajo y la vida según la Unesco

El desarrollo tecnológico y las ciencias informáticas representan un reto para el sistema educativo del siglo XXI, pues le dotan de recursos nunca antes vistos y que pueden incluso ser contradictorios, ya que debe transmitir de forma masiva y eficaz el conocimiento teórico y técnico a usar en el futuro.

Aprender a conocer

Más allá de las competencias para el trabajo y la vida, aunque es imposible pretender que un individuo pueda absorber todo el conocimiento disponible, sin embargo; a la par de la formación especializada, las sociedades deben apostar por una educación que no excluya a la cultura general.

De acuerdo a lo establecido en los pilares de la educación, aprender a conocer implica aprender a aprender, es decir; ejercitar la memoria, la atención y el pensamiento, especialmente en la sociedad actual donde a tiernas edades, la atención de los niños es captada por los medios digitales.

Aprender a hacer

Si aprender a conocer está relacionado con el ejercicio del pensamiento de manera integral, el aprender a hacer vendría siendo la cuestión del método profesional. Es decir: ¿cómo enseñar a los estudiantes a llevar a la práctica las competencias para el trabajo y la vida?

¿Cómo adaptar el aprendizaje a las necesidades laborales futuras, siendo que vivimos un escenario muy complejo y difícil de determinar? ¿Cómo pueden los países aprender a comportarse con eficacia desde los actuales escenarios de incertidumbre global? ¿Cómo pueden generar futuro?

Aprender a vivir en comunidad

Para nadie es un secreto que la violencia proliferante en el mundo actual, nos lleva a cuestionarnos las esperanzas que tenemos en nuestro futuro como humanidad. Aunque nuestra historia siempre ha sido conflictiva, hoy existen elementos que aumentan los riesgos bélicos.

Las competencias esenciales para el trabajo y la vida deben ayudar a organizar y disminuir los conflictos gracias a la comunicación y el entendimiento entre los individuos de distintas comunidades, gracias a que la educación es la vía que permite el conocimiento y la comprensión del otro.

Aprender a ser

Ante los cambios vertiginosos que las tecnologías han sembrado en nuestra vida cotidiana, se teme que la misma lleve a nuestras sociedades a una deshumanización del mundo. Por tal razón, los ejemplos de competencias para la vida deben servir de desarrollo integral de los ciudadanos del mañana.

Es necesario dotar las fuentes intelectuales y referencias, las cuales le permiten a los niños y jóvenes poder comprender y cuestionar el mundo que les rodea, además de prepararlos para que sean responsables de ello, gracias al desarrollo de la autonomía, la creatividad y el pensamiento emprendedor.

Principales competencias para el trabajo y la vida

Los siguientes modelos o ejemplos de competencias para la vida han sido pensados a través de los diferentes estudios que se han practicado sobre las demandas básicas de nuestro mundo globalizado, para garantizar la formación adecuada, y el posible éxito profesional y personal de los individuos.

Escuchar con atención

Escuchar y comprender lo que se nos dice, recordar instrucciones e información relevante es uno de los elementos principales dentro de las competencias para el trabajo y la vida, ya que permite que las personas puedan captar y procesar la información de manera adecuada. 

Comunicación efectiva

Ser un orador eficaz es una de las competencias para el trabajo y la vida, porque nos convierte en una persona capaz de usar asertivamente los elementos verbales y no verbales para comunicar un mensaje de manera adecuada, además de saber adaptarlo a las circunstancias del oyente.

Resolver conflictos

Es también una de las competencias esenciales para el trabajo y la vida porque habla de nuestra capacidad de solventar problemas no solo a nivel técnico y por medio de la experiencia, sino gracias a la exploración y testeo de soluciones, además de seguir instrucciones para cumplir objetivos.

Generar nuevas ideas

La puesta en marcha de la creatividad forma parte de las competencias para la vida, ya que nos permite innovar ideas y mejorarlas a futuro. Para ello es necesario que las personas desarrollen autoconfianza y que además de ello, sean capaces de imaginar situaciones y compartirlas con el resto.

Desarrollar la inteligencia emocional

La gerencia de emociones es la herramienta más eficaz con la que contamos las personas para mantener nuestra motivación y enfoque, crear y sostener una comunicación sana con nuestro entorno, pero también de poder ayudar a los demás a llevar en alto el estímulo, cuando les falte la energía.

Esto solo es posible cuando las personas son capaces de entender sus emociones, transitarlas adecuadamente y gracias a ello, poder entender al otro que tienen de frente. De esta manera, podrán crear una relación que se base en la comunicación asertiva.

Establecer objetivos a alcanzar

Consiste en poder ejecutar y sostener un plan de acción que nos permita cumplir con los objetivos que nos hayamos trazado tanto a nivel personal, laboral y académico, los cuales indudablemente nos llevarán a seguir creciendo en todos los ámbitos de la vida.

Desarrollar liderazgo

Esta habilidad no solamente es importante para quienes se encuentren en cargos de responsabilidad, sino para aquellas personas que constantemente trabajan en equipo. Requiere hacer de la empatía la vía de conexión con los demás, así como practicar el reconocimiento propio y ajeno. 

Saber trabajar en equipos

Consiste en entender la relevancia de trabajar codo a codo con otras personas, con el fin de lograr objetivos que son comunes a las personas involucradas. Implica ser positivo, comportarse de manera debida, ser oportuna (o) y digno de confianza, ser responsable y tomar decisiones en grupo.

El nuevo modelo educativo para el desarrollo de las competencias para el trabajo y la vida

Poseer los conocimientos no basta. Es necesario que los niños y jóvenes sean estimulados para que puedan desarrollar las anteriores competencias para la vida, por medio de la puesta en práctica de saberes, lo que ayudará a erradicar las brechas entre el saber y el hacer.

Porque no es lo mismo aprender una ley que llevarla a la práctica, ni redactar un discurso, que recitarlo de tal manera que llame a la acción. Los individuos deben ser capaces de demostrar que poseen las competencias para el trabajo y la vida no solo a nivel teórico, sino que saben ejecutarlas.

Los estados nacionales deben procurar la revisión de sus currículos educativos, pues el mundo ha avanzado vertiginosamente en la última década, y más ahora, con la pandemia. Es menester invertir en nuevos modelos de enseñanza y en la formación adecuada de nuestros maestros.

Conclusiones finales sobre las competencias para el trabajo y la vida

Las competencias para el trabajo y la vida son importantes para que en una sociedad proliferen los ciudadanos comprometidos con el futuro y el desarrollo de las naciones, pues les dotan de las claves básicas para poder ayudar a las economías nacionales a desarrollarse apropiadamente.

Miguel de Unamuno solía decir que debemos procurar ser más padres de nuestro porvenir, que hijos de nuestro pasado. Invertir en nuestro crecimiento es la clave para deslastrarnos de aquellas prácticas que nos han traído las graves consecuencias económicas y sociales que estamos viviendo.

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