7 características del pensamiento sistémico que pueden mejorar tu experiencia de aprendizaje 🏆
¿Cómo abordas una situación compleja? El pensamiento sistémico es una forma de comprender la realidad que te permite ver cómo las partes de un todo se conectan entre sí y cómo esas interacciones influyen en el comportamiento del sistema en su conjunto.
Imagina que estás viendo un bosque, podrías fijarte en un solo árbol, admirar sus hojas, su tronco y sus raíces, sin embargo, el pensamiento sistémico te animaría a ampliar la mirada y considerar cómo ese árbol se relaciona con los demás árboles, con el suelo, con los animales que viven en él, e incluso con el clima.
Al hacerlo, empiezas a entender que el bosque no es solo un conjunto de árboles, sino un sistema interconectado donde cada parte influye en la otra y que el más mínimo cambio puede generar grandes consecuencias.
Utilizar este tipo de pensamiento puede transformar la educación en un proceso más integrado, efectivo y adaptable, ya que contribuye a crear un ambiente educativo que además de transmitir conocimientos, también se centra en el desarrollo integral y sostenible de todos los involucrados.
¿Qué es el pensamiento sistémico?
El pensamiento sistémico es una manera de entender el mundo que te invita a ver más allá de los elementos individuales y centrarte en cómo se relacionan entre sí, para adquirir una visión global.
En lugar de observar una situación, problema o proceso de forma aislada, el pensamiento sistémico te lleva a considerar el conjunto, prestando atención a las conexiones y patrones que emergen cuando todos los elementos interactúan.
En el pensamiento sistémico todo está conectado, por eso un cambio en una parte del sistema puede afectar a otras partes de maneras que no siempre son obvias a primera vista.
Este enfoque te permite comprender problemas complejos de manera más profunda, porque en lugar de buscar soluciones rápidas a síntomas aislados, buscas entender y abordar las causas subyacentes que están generando esos problemas.
Al adoptar el pensamiento sistémico, empiezas a ver el panorama completo y a considerar las posibles consecuencias de las decisiones que tomas, lo que te ayuda a encontrar soluciones más efectivas y sostenibles.
Teoría general de sistemas
Uno de los fundamentos del pensamiento sistémico es la teoría general de sistemas, ya que es una disciplina que se ocupa del estudio de las propiedades y comportamientos de los sistemas.
Comprende una serie de conceptos y principios que te permiten entender cómo los elementos de un sistema interactúan entre sí y cómo estos sistemas se relacionan con su entorno.
Por eso, la teoría general de sistemas se define como un enfoque interdisciplinario que busca entender los sistemas en su totalidad, más allá de las partes individuales que los componen, centrándose en:
- Las relaciones.
- Las conexiones.
- Los patrones de interacción entre los elementos de un sistema.
Comparación del pensamiento sistémico con los otros tipos de pensamientos que puedes usar en la educación
Cuando comparas el pensamiento sistémico con otros tipos de pensamiento, puedes entender cómo este tipo de enfoque puede complementar y mejorar tu experiencia de aprendizaje:
Pensamiento Lineal
El pensamiento lineal se centra en seguir una secuencia paso a paso, donde una acción lleva directamente a un resultado específico, por eso es útil cuando estás abordando problemas simples o situaciones que tienen una causa y efecto claros.
Sin embargo, este enfoque puede ser limitado cuando te enfrentas a problemas complejos, ya que no considera las múltiples interconexiones y retroalimentaciones presentes en un sistema en donde el pensamiento sistémico es mejor.
Pensamiento Analítico
El pensamiento analítico te lleva a descomponer un problema en partes más pequeñas para entenderlo mejor, por eso es eficaz cuando necesitas enfocarte en detalles específicos o analizar elementos individuales en profundidad.
Esto tiene la desventaja de que puede perder de vista la imagen global y las relaciones entre las partes, lo que es crucial en sistemas complejos, los cuales puedes abordar mejor desde un enfoque sistémico.
¿Cuáles son los principios del pensamiento sistémico?
Al entender los principios básicos del pensamiento sistémico, puedes empezar a ver las cosas desde una perspectiva más amplia y profunda, lo que te ayudará a tomar decisiones informadas y efectivas. Estos fundamentos son:
Interconexión
Entre los principios de la aplicación del pensamiento sistémico está que nada existe de manera aislada, esto se debe a que todo está conectado con algo más, y las relaciones entre las partes de un sistema son tan importantes como las partes mismas.
Por ejemplo, en un equipo de trabajo, no solo importa el rendimiento individual de cada persona, sino también cómo colaboran y se comunican entre sí; las acciones de un miembro pueden afectar a todo el grupo, y viceversa.
Ciclos de retroalimentación
La teoría de pensamiento sistémico indica que los sistemas a menudo funcionan a través de ciclos de retroalimentación, donde una acción provoca una reacción, que a su vez influye en la acción original; a este principio también se le conoce como Causalidad Circular.
Estos ciclos pueden ser positivos (reforzando el comportamiento) o negativos (corrigiéndolo). Entender estos ciclos te ayuda a prever cómo un cambio en una parte del sistema puede afectar al resto y a identificar patrones repetitivos que podrían ser beneficiosos o perjudiciales.
Perspectiva de largo plazo
El pensamiento sistémico te invita a mirar más allá de las soluciones rápidas y a corto plazo, debido a que es importante considerar las consecuencias a largo plazo de cualquier acción, ya que los efectos de las decisiones pueden tardar tiempo en manifestarse.
Al tener en cuenta el panorama a largo plazo, puedes tomar decisiones más sostenibles y evitar problemas futuros que podrían surgir por no haber anticipado las consecuencias.
Estructuras subyacentes
Muchas veces, los problemas o las situaciones no son solo el resultado de eventos aislados, sino de estructuras más profundas y subyacentes que los causan; algunas de estas estructuras son:
- Políticas.
- Económicas.
- Sociales.
- Culturales.
Por eso uno de los principios en que se basa el pensamiento sistémico es que al identificar y entender estas estructuras, puedes abordar los problemas desde su raíz, en lugar de solo tratar los síntomas superficiales.
Pensamiento en términos de procesos
El pensamiento a largo plazo indica que en lugar de ver los problemas como hechos estáticos que ocurren de forma aislada, el pensamiento sistémico te anima a verlos como parte de un proceso en evolución, ya que todo está en constante cambio y por eso los sistemas evolucionan con el tiempo.
Al pensar en términos de procesos, puedes anticipar cómo las situaciones pueden desarrollarse en el futuro y cómo puedes influir en esas transformaciones de manera positiva.
Holismo o Perspectiva global
El holismo es la idea de que el todo es mayor que la suma de sus partes, por eso en el pensamiento sistémico, no solo consideras los componentes individuales, sino también cómo se combinan para formar un sistema completo y funcional.
Por eso, uno de los principios sistémicos indica que un enfoque integral ante cualquier situación es más efectivo que uno que se centra únicamente en los detalles aislados.
Diversidad y variabilidad
Los sistemas suelen ser complejos debido a la diversidad de elementos que los componen y a la variabilidad en sus interacciones, por eso reconocer y apreciar esta diversidad te permite ver las fortalezas y debilidades de un sistema, así como las oportunidades para innovar y adaptarte a los cambios. La diversidad dentro de un sistema puede ser una fuente de resiliencia y creatividad.
7 características principales del pensamiento sistémico aplicado en la educación
El pensamiento sistémico aplicado en la educación es una herramienta poderosa que te permite ver cómo todos los elementos del entorno educativo están interconectados.
Al entender estas conexiones, puedes abordar la enseñanza y el aprendizaje de manera más efectiva, creando un ambiente que fomente el desarrollo integral de los estudiantes. Sus principales características son:
Enfoque en la interdependencia
En el contexto educativo, el pensamiento sistémico te ayuda a reconocer que todos los aspectos del proceso de aprendizaje están interrelacionados: los estudiantes, los docentes, el currículo, y el entorno social y cultural. Todos influyen unos en otros.
Esto significa que cualquier cambio en un área, como la metodología de enseñanza, puede afectar a las demás, lo que te permite crear estrategias más cohesivas y adaptadas a las necesidades del sistema educativo en su conjunto.
Visión holística del aprendizaje
El pensamiento sistémico promueve una visión holística en la educación, donde no solo te enfocas en las materias académicas, sino también en el desarrollo emocional, social y ético de los estudiantes.
Este enfoque integral asegura que los estudiantes se desarrollen de manera equilibrada, considerando sus necesidades como individuos completos, no solo como receptores de información.
Enfoque en la resolución de problemas complejos
En la educación, los problemas no suelen tener soluciones simples, por eso el pensamiento sistémico te permite abordar problemas complejos considerando todas las variables implicadas, desde las capacidades y necesidades individuales de los estudiantes hasta las dinámicas de grupo y las políticas educativas, con el objetivo de encontrar soluciones efectivas y duraderas.
Promoción del aprendizaje colaborativo
El pensamiento sistémico en la educación fomenta la colaboración entre todos los participantes del sistema educativo, incluidos los estudiantes, docentes, padres y la comunidad.
Reconocer la importancia de trabajar juntos te permite crear un entorno de aprendizaje más inclusivo y participativo, donde cada persona contribuye al éxito del conjunto.
Adaptabilidad y resiliencia
Un sistema educativo que adopta el pensamiento sistémico es más adaptable y resiliente, ya que al comprender cómo los diferentes elementos del sistema interactúan, puedes anticiparte a los cambios y prepararte para ellos de manera más efectiva.
Por eso, uno de los beneficios del pensamiento sistémico en la educación es que te permite hacer ajustes cuando es necesario, asegurando que el sistema educativo pueda seguir funcionando de manera efectiva a pesar de las dificultades.
Desarrollo del pensamiento crítico
Aplicar el pensamiento sistémico en la educación ayuda a los estudiantes a desarrollar su propio pensamiento crítico, puesto que al entender cómo los diferentes factores están conectados, los estudiantes aprenden a analizar situaciones desde múltiples perspectivas y a considerar las consecuencias de sus acciones en un contexto más amplio.
Fomento de la creatividad e innovación
El pensamiento sistémico en la educación te impulsa a pensar de manera creativa e innovadora, al considerar todas las partes del sistema y cómo interactúan.
Así puedes encontrar nuevas maneras de abordar el aprendizaje y la enseñanza para que sean más efectivas y atractivas para los estudiantes, mejorando el aprendizaje e inspirando a los estudiantes a ser más creativos en sus propias vidas.
Ejemplo de pensamiento sistémico en la educación
El pensamiento sistémico en la educación te permite entender cómo los diferentes elementos del entorno educativo están interconectados y cómo influyen en el proceso de aprendizaje. Algunos ejemplos son:
Resolución de problemas en proyectos colaborativos
En un proyecto donde los estudiantes deben diseñar una solución para un problema ambiental en su comunidad, el enfoque sistémico se manifiesta cuando los estudiantes consideran las implicaciones:
- Social.
- Económicas.
- Ambientales.
Evaluación continua del entorno de aprendizaje
Un ejemplo de pensamiento sistémico en la educación es cuando los docentes evalúan constantemente el entorno de aprendizaje y hacen ajustes basados en aspectos como:
- Las necesidades de los estudiantes.
- La dinámica del grupo.
- Los recursos disponibles.
Si como docente notas que un método de enseñanza no está funcionando para ciertos estudiantes, puedes cambiar tu enfoque, considerando cómo esos cambios impactarán a todo el grupo y cómo pueden mejorar el aprendizaje general.
Inclusión de la comunidad en la educación
El pensamiento sistémico también se aplica cuando involucras a la comunidad en el proceso educativo para fortalecer la conexión entre la escuela y su entorno, creando un sistema más robusto y relevante, organizando actividades como:
- Invitar a expertos locales para dar charlas.
- Organizar proyectos comunitarios.
- Ajustar el currículo educativo para reflejar las necesidades y realidades locales.
Fomento del aprendizaje socioemocional
Otro ejemplo de pensamiento sistémico es cuando se reconoce que el desarrollo emocional y social de los estudiantes es tan importante como su desarrollo académico, al integrar actividades como:
- La empatía.
- La resolución de conflictos
- La colaboración.
Ayudar a los estudiantes a desarrollarse como individuos completos no solo mejora el ambiente escolar, sino que también tiene un impacto positivo en el rendimiento académico y en las relaciones interpersonales.
Conclusiones sobre las características del pensamiento sistémico aplicado en la educación
La metodología del pensamiento sistémico se basa en principios fundamentales que permiten abordar los problemas de manera integral y considerar las interrelaciones y dinámicas que existen en un sistema.
Al aplicarlo, puedes tomar decisiones conscientes y responsables que consideren todas las partes involucradas y sus interconexiones, lo que ofrece una nueva forma de entender y abordar los desafíos que enfrentas en la vida diaria, desde retos académicos hasta situaciones cotidianas.
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