7 estrategias para prevenir la fatiga mental en los estudios
¿Estás buscando maneras efectivas para aliviar la fatiga mental en los estudios? Especialmente cuando las personas están viviendo una etapa de mayor responsabilidad a nivel académico, es normal que las exigencias deriven en un agotamiento físico y mental.
Cuando no es atendida a tiempo y de manera adecuada, la fatiga del escolar no solamente afecta el rendimiento estudiantil de los alumnos, sino que puede devenir en un proceso de estrés crónico, el cual puede traer serias consecuencias producto de la somatización.
Además de ello, la fatiga mental en los estudios puede generar desmotivación en el alumnado, lo que implica un gran inconveniente para la adecuada preparación, pues las emociones juegan un papel importante en todo proceso formativo. Un estudiante animado es alguien con ganas de aprender.
Así que si estás pasando por un proceso de cansancio mental por tantos pendientes escolares o si conoces a alguien que está pasando por esta situación, entonces continúa leyendo algunas de las recomendaciones que hemos recopilado para el bienestar estudiantil.
¿Qué es la fatiga mental?
Antes de saber más a fondo sobre la fatiga mental en los estudios, es necesario que dibujemos un pequeño mapa conceptual, en el que podamos entender qué significa estar agotado a nivel psíquico según la psicología, y por qué es tan importante atender esta situación en los estudiantes.
Todos hemos sido parte de los ejemplos de fatiga mental, bien sea a causa de nuestras actividades académicas o laborales, ¿pero qué significa exactamente? Veamos qué nos dice el Centro Nacional de Condiciones de Trabajo al respecto:
“Alteración temporal (disminución) de la eficiencia funcional mental y física; esta alteración está en función de la intensidad y duración de la actividad precedente y del esquema temporal de la presión mental” (Arquer, 1997). Es decir, puede ser una causa de bajo rendimiento.
Si llevamos este abstracto a nivel escolar, tenemos que la fatiga mental en los estudios puede afectar severamente no solo la capacidad para concentrarse y aprender, sino que puede afectar severamente la autoestima y motivación que tenga el alumno para mejorar.
El aprendizaje, para que sea bueno y funcional, debe decantarse por un sistema que entusiasme, que despierte la curiosidad y mantenga viva la llama, más allá de las responsabilidades por cumplir con las calificaciones. Un estudiante motivado, es un alumno que ha entendido todo.
¿Qué es la fatiga mental del escolar?
Dicho lo anterior, entendemos entonces que la fatiga mental en los estudios es un trastorno ocasionado por el cansancio extremo producido por las extenuantes rutinas académicas. Puede ser padecido por estudiantes de todos los niveles, desde primaria hasta universitarios.
En el caso de los niños más pequeños, la fatiga del escolar puede venir de la presión ejercida por los padres o representantes del pequeño, al exigirle por encima del estándar, porque piensan que así acelerarán el desarrollo cognitivo del menor, cuando pueden causar justamente el efecto contrario.
En este sentido, la fatiga mental en los estudios puede ser observada como un fenómeno que puede afectar severamente la psiquis del estudiante, y que en sus niveles más avanzados es conocido como surmenage, lo cual puede comprometer la salud del alumno afectado, ya que puede ocasionar depresión.
También es importante señalar que en esta situación, los maestros y profesores también juegan un papel importante, ya que lo ideal es que cuenten con la preparación adecuada para reconocer los síntomas de este trastorno, y poder hallar una solución temprana.
Entre otras cosas, esta situación puede disminuir la aptitud del estudiante hacia su labor escolar, además de generar una evidente ralentización de los procesos cognitivos del individuo, como lo son la percepción, la memoria, la voluntad y el nivel de concentración.
¿Cómo influye la fatiga mental en el aprendizaje?
Se sabe que el cansancio mental puede perjudicar el desenvolvimiento académico de los alumnos, así como también la propia ejecución de las responsabilidades que son inherentes a su nivel. Es como si pinchásemos un globo, en este caso el cerebro de quien estudia.
Pero no es una situación poco común, sino que al contrario; la fatiga mental en los estudios se ha convertido en una de las situaciones más típicas por las que pasa el estudiantado a nivel global. Sin embargo, no por ello deja de ser irrelevante, sino más bien, debe ser un llamamiento de atención.
¿Por qué? Porque al ser un factor desmotivante, además de las repercusiones que puede traer en la salud de quien la padece, la fatiga mental en los estudios es uno de los actores principales detrás de los bajos índices académicos de millones de estudiantes en todo el mundo.
Seguramente tú conoces o eres parte de los ejemplos de fatiga mental, ¿verdad? Especialmente en estos tiempos en donde la presión ha aumentado, ya que ha sido un verdadero reto estudiar bajo las condiciones de nuestra nueva realidad, gracias al desarrollo tecnológico.
Esto se debe a que la vida cotidiana y su dinámica misma se han vuelto exigentes, lo que ha hecho que este problema se haya disparado en los últimos años. Si a ello le sumamos el peso que pueden ejercer las instituciones educativas, se crea el caldo de cultivo idóneo para dicho trastorno.
Relación entre la fatiga mental en los estudios y el confinamiento
La fatiga mental en los estudios es uno de los efectos que produjeron dos años en confinamiento. Dos años en los que miles de millones de personas nos vimos imposibilitados de compartir y realizar cualquier tipo de actividad con otros, lo que debilitó nuestras habilidades sociales.
Por supuesto, ante un encierro repentino y la toma de clases online, sin que tan siquiera la mayoría del profesorado —o en su defecto, aquellos que tuvieran la posibilidad de acceder a ordenadores— hubiera desarrollado las competencias docentes necesarias, era evidente que habría un impacto negativo.
Millones de niños y jóvenes sintieron la fatiga del escolar: estar inmóviles frente a una pantalla por horas, recibiendo contenido y obligados a atender como si estuvieran de manera presencial. Hoy se sabe que las plataformas de educación virtual requieren un sistema de aprendizaje propio.
Además de ello, no todos los alumnos tenían un entorno favorable a las clases en línea. Esto trajo como consecuencia que se desarrollaran o se acentuaran los síntomas de la fatiga mental en los estudios en muchos estudiantes, quienes se sintieron incapaces de atender y aprender.
La buena noticia es que, tras tanto tiempo en confinamiento, el sistema educativo ha entendido que tomar clases por internet puede ser efectivo y rendidor, de hecho; muchas instituciones han optado por un sistema híbrido, pues han encontrado un aliado impensable: la flexibilidad en la organización.
Las 5 síntomas de la fatiga mental en los estudios
Tanto quienes padecen la fatiga mental en los estudios o en cualquier otra actividad que demande mucho tiempo de su parte, existen una serie de respuestas fisionómicas que son comunes, pero que sin embargo; no deben ser confundidas con un posible cuadro depresivo:
Problemas para dormir
Una de las características que pueden indicar que la fatiga mental en los estudios está haciendo mella en la salud de una persona, es el insomnio. Esto se debe a la preocupación por no estar rindiendo lo suficiente, o porque está consciente de que algo no va bien.
Para conocer más sobre este tema, te recomendamos que leas el siguiente artículo que aborda las razones por las cuales una persona puede tener grandes dificultades para conciliar el sueño, y así puedas tomar medidas efectivas para ayudarte a mejorar tu salud.
Poca concentración
Esta es la característica más singular de todos aquellos que sufren por culpa de la fatiga mental en los estudios o en el trabajo, pues por mucho que lo intentan, les es prácticamente imposible, aunque pongan de su parte o creen el ambiente necesario para ayudarse.
A pesar de que sean buenos alumnos, y que usualmente no tienen problemas en centrarse en un texto, leen y leen durante horas la misma página sin haber entendido nada. Lo peor es que esto puede traer terribles consecuencias en el rendimiento académico, lo que puede agravar los síntomas.
Apatía
También puede ocurrir que la fatiga mental en los estudios haga que los estudiantes se sientan sin ganas alguna de dedicarse a su preparación, con menos energía de lo usual para las actividades académicas, sin que realmente exista algún conflicto emocional a nivel personal a lo que se le atribuya.
La falta de energía es producto de la desmotivación que causa el estrés de tener tanta carga de estudios, y no poder con todo al mismo tiempo. Siempre será necesario que te replantees tus rutinas diarias, y que le des un espacio a la socialización y al desarrollo de otras actividades que te apasionen.
Dolores de cabeza
Es probable que ante la constante lluvia de pensamientos y la falta de sueño por la angustia de la situación que está experimentando, el estudiante comience a padecer de constantes cefaleas, las cuales no tienen una asociación alguna a ninguna enfermedad de origen físico.
La actividad física de cualquier deporte, así como el aprendizaje de técnicas de respiración para relajarse, pueden ser de gran ayuda. Sin embargo, si sientes que no puedes con lo que sientes, sería bueno que busques aprender sobre técnicas de inteligencia emocional.
Dolores musculares
Y finalmente, sumado a todo lo anteriormente mencionado, también tenemos los molestos dolores musculares que puede sentir un estudiante con cansancio extremo. Esto se debe a que el cuerpo se mantiene en constante tensión por el miedo y la ansiedad, por tanto; los músculos se contraen.
Las 3 causas de la fatiga mental en los estudios
En los siguientes párrafos queremos compartir contigo algunas de las razones por las cuales puede originarse la fatiga del escolar. Esto, con el fin de que analices tu rutina de estudios, y veas qué actitudes o pasos debes cambiar para tener la mente más descansada.
Exceso en la carga académica
Una de las razones más comunes para que se genera la fatiga mental en los estudios, es tener mucho qué estudiar. Este puede ser un escenario familiar para todos los estudiantes, sin embargo; siempre es bueno crear buenas rutinas, como las que compartimos para el examen de selectividad.
Límites del enfoque de nuestro cerebro
Somos seres humanos. Así como ves que un niño se distrae con facilidad, lo mismo puede pasarnos a nosotros de adultos. Obligarnos a exceder los 90 o 110 minutos que nos brinda la mente para enfocarnos, es caer en el hueco de la fatiga mental en los estudios.
Practicar el multitasking
También, muchas personas sufren a causa de la fatiga mental en los estudios o en el trabajo, porque pretenden abarcar todo al mismo tiempo. Para tener mejores resultados, siempre será mejor dedicarnos a una sola cosa a la vez, de esta manera; nos ahorramos los malestares y equivocaciones.
7 formas de evitar o combatir la fatiga mental en los estudios
Queremos dejarte algunas recomendaciones muy útiles que podrían ayudarte a saber cómo quitar la fatiga mental. Por supuesto, siempre ten en mente que ante la insistencia de los síntomas, siempre será necesario que consultes con un profesional de la salud para descartar cualquier otra dolencia.
Programa alarmas, pero olvídate del reloj
La fatiga mental en los estudios viene en parte por querer forzar las cosas. Las personas tenemos un promedio de tiempo estimado máximo para mantenernos enfocados, luego de ello, nos dispersamos. Programa tu reloj basándote en ello.
Descansa
La fatiga del escolar también es consecuencia de no dormir apropiadamente. Los seres humanos necesitamos dormir unas 7 horas diarias. Menos de ello, podría jugarnos en contra, ya que al no rendir lo suficiente, no tendremos la suficiente energía para enfocar nuestra mente.
Desarrolla un pasatiempo y comparte socialmente
También hay que recalcar que la fatiga mental en los estudios proviene de no dedicarle espacio en nuestra vida a otras actividades. Es verdad que al estudiar y trabajar tal vez no tengamos mayor tiempo para otras cosas, pero no podemos abandonarnos, pues es parte de vivir una vida sana.
Haz ejercicios de relajación
Otra manera efectiva de ayudarte con la carga de estrés por tus estudios, es haciendo algunos ejercicios respiratorios, los cuales son bastante efectivos para calmarnos y aquietar la mente. Toma aire profundamente, expúlsalo suavemente por la boca. Repite cuantas veces creas necesario.
Acondiciona un espacio para tus estudios
Esta es una de las recomendaciones que más solemos hacer, porque permite que nuestra mente se “aclimate” para estudiar y así concentrarse con efectividad, sin embargo; es entendible que muchas personas no tengan en casa un espacio que les permita tal situación.
Busca ayuda profesional
Si sientes que el cansancio extremo no te permite concentrarte, es bueno que consultes con un profesional de la salud. La terapia puede ser una muy buena solución para el estrés y la ansiedad que pueden producir las fechas de entregas y exámenes. Confía en tu capacidad intelectual.
Cuida tu alimentación
Una dieta balanceada ayuda a que nuestro cuerpo obtenga los nutrientes necesarios para que nuestro cerebro mantenga el enfoque cuando estudiamos o trabajamos. En la medida de lo posible, cuando lo que consumes y ejercítate con regularidad, pues hacerlo te ayudará a tener una mejor calidad de vida.
Conclusiones finales sobre cómo combatir la fatiga mental en los estudios
Pese a que estas actitudes son comunes entre jóvenes universitarios, algunos niños también suelen presentar cansancio extremo al estudiar, porque como bien pudimos detallar, sus representantes y maestros pueden empujar una enorme presión sobre sus hombros al momento de rendir.
Sin embargo, la forma más eficaz para trabajar contra la fatiga mental en los estudios es dándonos cuenta de nuestra propia rutina, analizarlas al detalle y reconocer aquello que estamos haciendo mal, y que puede estar afectando nuestras rutinas académicas.
Sabemos que hay muchas cosas que están normalizadas, pero que pueden afectar severamente nuestra salud cuando estamos en la etapa estudiantil, como lo puede ser dormir poco, comer mal y pretender aprenderse todo de la noche a la mañana.
Aunque a muchos estudiantes no les guste la idea, la manera más efectiva de trabajar a favor de sí mismos es trabajando a tiempo en las tareas e investigaciones. Anticiparse siempre será mejor que correr a último momento, que de ello solo nos puede quedar el cansancio.
Hacerlo una vez nos puede salvar, pero convertir la procrastinación al estudiar en un hábito nos puede costar nuestra salud… Y ese es justamente el precio más caro. Cuida tu salud, pues una vez perdida puede ser realmente costoso volver a recuperarla a plenitud.
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