La memorización

8 factores que influyen en la memorización y en tu éxito académico 🎓

¿Sabes cuál es la importancia de la memorización en el aprendizaje? Imagina que tu mente es como una gran biblioteca, y cada vez que aprendes algo nuevo, estás almacenando un «libro» en esa biblioteca; memorizar es el acto de colocar ese libro en el estante correcto para que, cuando necesites recordar esa información, puedas encontrarlo fácilmente.

Este proceso de memorización está compuesto por diferentes tipos de memoria con un rol específico, que trabajan juntos para ayudarte a almacenar y recordar la información que encuentras en tu vida diaria.

Existen diferentes formas de memorizar, repetir algo varias veces hasta que quede grabado en tu memoria o asociar lo que estás tratando de recordar con algo que ya conoces, para que se quede la información más fija en tu mente.

La memorización es una habilidad fundamental en tus estudios porque te ayuda a retener, organizar y aplicar la información, lo que es esencial para un aprendizaje efectivo y duradero.

¿Qué es la memorización?

La memorización es el proceso a través del cual tu cerebro guarda información para que puedas recordarla más tarde, por eso es una habilidad esencial para el aprendizaje, crucial para mejorar el rendimiento académico y profesional.

Además, este proceso es esencial en la vida diaria porque te permite recordar desde detalles pequeños, como un número de teléfono, hasta conocimientos más complejos, como lo que estudiaste en la escuela o experiencias importantes que has vivido.

La definición de la memorización, de una forma más académica, consiste en el proceso mediante el cual el cerebro codifica, almacena y recupera información. Es un mecanismo cognitivo que permite retener y recordar datos, experiencias y conocimientos de manera efectiva, facilitando el acceso a la información cuando sea necesario.

Importancia de la memorización en los estudios

La memorización juega un papel crucial en el estudio porque es la base sobre la cual construyes tu conocimiento, pues cuando estudias, no se trata solo de leer o escuchar información, sino de ser capaz de retener y recuperar esos contenidos cuando los necesites, ya sea para:

  • Un examen.
  • Una tarea
  • Aplicar lo que has aprendido en tu vida.

Sin una buena capacidad de memorización, te resultaría difícil seguir avanzando en tu aprendizaje porque no tendrías una base sólida de conocimientos en la que apoyarte, ya que te permite almacenar datos importantes, como fórmulas matemáticas, fechas históricas o definiciones clave, que son esenciales para entender temas más complejos.

Además, la memorización no solo se trata de recordar hechos aislados, sino también de conectar conceptos entre sí, por eso cuando memorizas información, estás creando redes de conocimientos en tu cerebro que te permiten comprender mejor un tema en su conjunto, haciendo que sea más fácil aplicar lo que sabes en diferentes contextos y resolver problemas de manera más efectiva

Además, tu capacidad de memorizar eficientemente influye directamente en tu confianza y desempeño académico, lo que mejora la calidad del estudio y el alcance de tus objetivos educativos.

Tipos de memoria involucrados en la memorización

Cuando se habla de la memorización, es importante entender que diferentes tipos de memoria están involucrados en este proceso mental, que tienen un papel específico en las formas de almacenar y recordar la información. Algunos tipos de memoria son:

Memoria sensorial

La memoria sensorial es la primera parada para cualquier información que percibes a través de tus sentidos, como lo que ves, oyes o tocas, ya que actúa como un filtro, reteniendo la información por un breve instante, lo suficiente para que decidas si es importante prestarle atención. Por ejemplo, si alguien te dice su nombre, lo escuchas primero a través de tu memoria sensorial antes de que decidas almacenarlo en tu memoria a corto plazo.

Memoria a corto plazo

La memoria a corto plazo es donde la información se almacena temporalmente mientras decides qué hacer con ella, ya que puede retener una cantidad limitada de información durante un período corto, generalmente unos pocos segundos a minutos. Es como el espacio donde guardas algo de forma temporal mientras lo trabajas, como cuando memorizas un número de teléfono para marcarlo.

Memoria de trabajo o ejecutiva

La memoria de trabajo es una extensión de la memoria a corto plazo, pero con la función añadida de manipular y procesar la información, es la que utilizas cuando necesitas recordar y utilizar información al mismo tiempo, como cuando haces cálculos mentales o sigues instrucciones complejas; este tipo de memoria te ayuda a manejar la información de manera activa para realizar tareas en el momento.

Memoria a largo plazo

La memoria a largo plazo es donde la información se almacena de manera más permanente; una vez que algo pasa de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, puedes recordarlo días, meses o incluso años después.

Esta memoria se divide en diferentes categorías, como hechos, experiencias personales o habilidades que has aprendido, y es clave para almacenar el conocimiento a lo largo de tu vida.

Memoria implícita o de hábitos

La memoria implícita es un tipo de memoria a largo plazo que se refiere a las habilidades y hábitos que realizas de manera automática, sin tener que pensar en ellos conscientemente.

Por ejemplo, cuando sabes cómo montar en bicicleta o atarte los zapatos, estás utilizando tu memoria implícita; esta memoria es crucial para las actividades cotidianas que requieren habilidades aprendidas con el tiempo.

Memoria explícita o declarativa

A diferencia de la memoria implícita, la memoria explícita es la que usas cuando necesitas recordar hechos o eventos de manera consciente, puesto que incluye todo lo que recuerdas voluntariamente, como los detalles de una conversación reciente o la información que estudiaste para un examen.

La memoria explícita es esencial para aprender y recordar información de manera intencionada y se divide en dos tipos:

  • Memoria Episódica: Se refiere a la capacidad de recordar experiencias personales y eventos específicos, como una fiesta de cumpleaños o la primera vez que se visitó un lugar determinado.
  • Memoria Semántica: Encargada de almacenar conocimientos generales y conceptos, como el significado de palabras, fechas históricas o hechos científicos.

Las 4 fases de la memorización en el proceso de aprendizaje

El proceso de memorización no ocurre de un solo paso; en realidad, se compone de 4 fases de la memoria que trabajan en conjunto y que son esenciales para que puedas aprender y utilizar lo que has aprendido en tu vida diaria.  Estas fases son:

Codificación

La codificación es la primera fase de la memorización, ya que en esta etapa tu cerebro toma la información que recibe y la traduce a un formato que puede entender y almacenar.

Piensa en la codificación como cuando escuchas una canción y tu cerebro convierte las notas y letras en recuerdos, este paso es crucial porque si la información no se codifica correctamente, será difícil recordarla más adelante.

Almacenamiento

Una vez que la información ha sido codificada, pasa a la fase de almacenamiento. Aquí, la información se guarda en tu cerebro, ya sea a corto o largo plazo, dependiendo de su importancia y de cómo la proceses.

El almacenamiento es como guardar un archivo en una carpeta específica dentro de tu mente, así cuanto más uses o repases esa información, más fuerte será el enlace en tu memoria, facilitando su recuperación en el futuro.

Consolidación

La consolidación es el proceso mediante el cual las memorias a corto plazo se fortalecen y se convierten en memorias a largo plazo; esto ocurre principalmente cuando duermes, ya que tu cerebro repasa y organiza la información aprendida durante el día. La consolidación es como cuando guardas un archivo en tu computadora y lo respaldas en un lugar seguro para asegurarte de no perderlo.

Recuperación

La recuperación es la fase en la que accedes a la información almacenada en tu memoria cuando la necesitas, es el momento en que tu cerebro busca en su «archivo» para encontrar lo que aprendiste anteriormente.

Este proceso de la memorización puede ser voluntario, como cuando intentas recordar la respuesta a una pregunta, o involuntario, como cuando un olor o una canción te trae un recuerdo de repente.

Factores que influyen en la memorización y en tu éxito académico

Cuando intentas memorizar, hay varios factores que pueden hacer que sea más fácil o más difícil almacenar y recuperar información, lo que influye en lo bien que lo recuerdas; alguno de estos factores son:

Atención

La atención es uno de los factores más importantes en la memorización, ya que si no estás prestando suficiente atención a lo que estás intentando aprender, será difícil que esa información se guarde correctamente en tu memoria.

Es como intentar escuchar una conversación mientras estás distraído al leer o con tu teléfono; es probable que no recuerdes mucho de lo que se dijo. Por eso, concentrarte en la tarea en cuestión es clave para memorizar con éxito.

Repetición

La repetición es fundamental para reforzar lo que has aprendido, por ejemplo cuando al estudiar repites la información varias veces, estás ayudando a que se consolide en tu memoria a largo plazo.

Piensa en la repetición como practicar un deporte; cuanto más practiques, mejor te vuelves y más fácil es recordar cómo hacerlo. Esta técnica es especialmente útil para memorizar datos, como fechas o números.

Asociación o conocimientos previos

La asociación implica vincular la nueva información con un conocimiento previo que ya tienes; este vínculo hace que sea más fácil recordar lo que estás aprendiendo. Por ejemplo, si asocias un nombre nuevo con el de alguien que ya conoces, es más probable que lo recuerdes. Las asociaciones crean conexiones en tu cerebro que fortalecen la memoria, haciéndola más accesible cuando la necesitas.

Ten presente que la memoria funciona de manera asociativa, por lo que relacionar nueva información con lo que ya sabes facilita la codificación y el almacenamiento; esto lo confirma un estudio de la Universidad de Extremadura que demostró que aquellos estudiantes que tienen una sólida base de conocimientos previos logran una mejor retención de la nueva información, aumentando su eficacia en el estudio.

Emoción

Las emociones juegan un papel importante en la memorización, ya que cuando algo te provoca una emoción fuerte, es más probable que lo recuerdes. Las experiencias emocionales tienden a quedar más grabadas en tu memoria porque tu cerebro las considera significativas. Por ejemplo, es más probable que recuerdes un evento que te hizo muy feliz o muy triste que un día ordinario.

Motivación

La motivación es la disposición y el interés para aprender, por eso es un factor crítico que potencia todos los aspectos del aprendizaje y la memorización, ya que sin una motivación adecuada, es difícil que mantengas la concentración y el esfuerzo para memorizar información de manera efectiva.

Contexto

El contexto en el que aprendes también puede afectar tu capacidad para recordar, ya que si aprendes algo en un entorno específico, es más fácil recordarlo cuando te encuentras en ese mismo entorno.

Por ejemplo, si estudias en una habitación tranquila, podrías recordar mejor la información cuando te encuentras en un lugar similar, debido a que el contexto crea un marco de referencia que facilita la recuperación de la memoria.

Sueño

El sueño es esencial para la consolidación de la memoria, ya que mientras duermes, tu cerebro procesa y organiza la información que has aprendido durante el día, lo que ayuda a fortalecer las memorias a largo plazo.

Si no duermes lo suficiente, es más probable que te cueste recordar lo que has aprendido, ya que tu cerebro no ha tenido la oportunidad de hacer este proceso de consolidación de manera efectiva.

Alimentación y ejercicio

Una buena alimentación y el ejercicio regular también influyen en la memorización, por eso comer alimentos ricos en nutrientes y mantenerte activo físicamente mejora la salud de tu cerebro y, por lo tanto, tu capacidad para memorizar. El ejercicio, en particular, aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede mejorar tanto la memoria como la concentración.

Conclusiones sobre factores que influyen en la memorización y en tu éxito académico

La memorización es la forma en que tu cerebro guarda información para que puedas acceder a ella cuando la necesites, por eso es proceso fundamental en el aprendizaje, esencial tanto para estudiantes como para profesionales.

Entender todos los procesos relacionados con la memorización, así como los factores que intervienen, te permite diseñar estrategias para alcanzar tus objetivos académicos y profesionales de una forma más efectiva.

Si te interesa mejorar la memorización a través de una experiencia de aprendizaje dinámica y motivadora, te invitamos a visitar el Bachillerato para adultos de Montaigne y a que conozcas toda nuestra oferta de cursos, congresos y seminarios; también puedes contactarnos que con gusto te ayudaremos.

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