7 pasos para hacer un plan de formación corporativo para tu empresa 🏭
¿Te cuesta mantenerte al día de las últimas tendencias del sector? ¿Quieres mejorar habilidades para impulsar el crecimiento del negocio? Si es así, ha llegado el momento de desarrollar un plan de formación corporativo.
En este artículo, te guiaremos a través de los pasos esenciales para crear un plan de formación en empresas que ayude a tus empleados a seguir siendo competitivos en el mercado.
Actualmente, las organizaciones gastan una media del 3% de su presupuesto en desarrollo del personal. Aunque supone una inversión considerable, esta debería aumentar dados sus notables efectos a largo plazo.
Con los siguientes consejos, podrás asegurarte de que tu programa cumpla los objetivos adecuados, cubra las áreas correctas y ofrezca resultados medibles que se traduzcan en los beneficios de la empresa. ¡Empecemos!
¿Qué es un plan de formación corporativo?
Es un conjunto de estrategias y actividades diseñadas para mejorar la capacitación de empleados en una empresa. Este plan tiene como objetivo principal el crecimiento profesional, aportando importantes beneficios al rendimiento a nivel global.
Puede abarcar una amplia variedad de áreas y temas. Pero al diseñar un plan de formación corporativo, es fundamental tener en cuenta los objetivos corporativos, así como las necesidades individuales de tu plantilla.
También existe la posibilidad de implementar una gran variedad de métodos de formación del personal, como cursos presenciales, talleres, conferencias, seminarios en línea, programas de e-learning... Ya sean ofrecidos por parte del personal interno o por proveedores externos especializados.
¿Cómo saber si tu empresa tiene que diseñar un plan de formación corporativo?
Descubrir la necesidad de un plan de formación corporativo es un paso esencial antes de ponerlo en marcha. Señales como una alta rotación de empleados, una baja satisfacción laboral o un rendimiento inadecuado son indicativas.
Además, si tu empresa se está adaptando a nuevas tecnologías o sistemas, son necesarios conocimientos y habilidades adicionales. Reconocer estas señales brinda la oportunidad de tomar medidas proactivas para mejorar la organización antes de que haya consecuencias.
Analizar las metas y objetivos es una forma importante de evaluar esta necesidad. Si tu proyecto busca ampliar su oferta, introducirse en nuevos mercados o aumentar la eficacia, desarrollar personas de la plantilla resulta altamente beneficioso.
Por tanto, siempre que su adopción se alinee con metas alcanzables, un plan de formación corporativo es una inversión valiosa para cualquier empresa que busque alcanzar el éxito a largo plazo.
5 objetivos que debe cumplir un plan de formación corporativo para que sea exitoso
Mejora de las habilidades y los conocimientos
Este debe ser el objetivo principal de un plan de formación corporativo. Para ello, debes detectar las lagunas de conocimientos de la plantilla y proporcionarles recursos valiosos para avanzar.
Al invertir en el crecimiento de tu personal, no sólo elevas sus carreras, sino que también les capacitas para realizar las tareas con mayor eficacia. No obstante, el plan de formación debe configurarse en función de las necesidades exactas del sector en el que operas.
Por ejemplo, si tienes previsto ampliar los servicios a un nuevo mercado, los trabajadores deben estar equipados con las competencias lingüísticas y culturales fundamentales para comunicarse eficazmente con nuevos clientes.
Asimismo, prueba a realizar entrevistas personales o reuniones con cada equipo en las que interesarte por sus inquietudes, dificultades diarias, proyectos profesionales… de esta forma garantizas que aborden la formación cargados de motivación y entusiasmo.
Alineación con los objetivos organizacionales
Esto requiere elaborar un programa que aumente el rendimiento de los empleados en áreas relevantes para la misión (fin empresarial primordial), las metas (propósitos a largo plazo) y los objetivos (propósitos más concretos a corto y medio plazo).
Por ejemplo, para conseguir mejores evaluaciones en cuanto a la atención al cliente el primer paso será charlar con cada uno de sus miembros o realizar encuestas detalladas.
Tras identificar las principales deficiencias o retos por abordar, tienes que incorporar estos campos de formación obligatorios para garantizar la pertinencia y eficacia del plan.
Lo más recomendable es que un mismo plan de formación corporativo abarque varias áreas que satisfagan al menos uno de los objetivos, pero teniendo en cuenta la necesaria coherencia con las metas y sobre todo con la misión, ya que esta última tiene mucho que ver con la filosofía corporativa.
Esto quiere decir que la formación impartida debe ser compatible con la cultura y los valores. Así, los empleados no sólo deben aprender tecnicismos, sino también cultivar ciertas habilidades blandas.
Por ejemplo, si la empresa hace hincapié en el trabajo en equipo y la colaboración como medio para el éxito, asegúrate de incluir actividades que fomenten la comunicación transparente entre los trabajadores o entre distintos departamentos.
Participación activa de los empleados
Un plan de formación corporativo en el cual sus alumnos se encuentran comprometidos, y por tanto involucrados, es sinónimo de éxito. Por mucho que inviertas en recursos, si estos no son bien recibidos tus esfuerzos resultaran inútiles.
Pero la clave no es solo atender a las preferencias del empleado antes de diseñar el plan sino también durante su implementación. Este paso es clave para garantizar que están comprendiendo el material, que este les resulta estimulante e interactivo, y en última instancia es una forma de evaluar su eficacia.
Uso de tecnología y recursos modernos
En una era impulsada por la tecnología, las empresas deben mantenerse al día de las últimas tendencias para seguir siendo competitivas. Establecer un plan de formación corporativo requiere utilizar recursos innovadores para garantizar los mejores resultados.
Con este fin, pueden emplearse cursos interactivos en línea, simulaciones de realidad virtual, realidad aumentada y otras herramientas e-learning para implicar al personal y enriquecer su experiencia.
Además, puedes aprovechar las plataformas de redes sociales y otras herramientas digitales para impartir formación. Tomemos como ejemplo LinkedIn y Twitter; en ellas compartirás actualizaciones sobre el programa, mientras se generan valiosas comunidades de alumnos online.
La analítica de datos es otra forma de incorporar la tecnología moderna a tu plan. De esta forma las empresas supervisan el progreso de los empleados, reconocen las áreas de mejora y en general evalúan la eficacia fácilmente.
Medición efectiva de los resultados
El desarrollo de un plan de formación corporativo requiere de una estrategia de evaluación. Las revisiones previas y posteriores, junto con los comentarios periódicos de los participantes permiten aplicar los ajustes pertinentes.
Además, es esencial identificar los indicadores clave de rendimiento (KPI). Son medidas cuantificables utilizadas para evaluar el desempeño y el progreso de una organización en relación con sus propósitos.
Estos proporcionan información objetiva y medible sobre el rendimiento, permitiendo tomar decisiones acordes. Algunos de los más comunes son los siguientes, pero siempre debes seleccionar los que se relacionen con tus preferencias: beneficios de una empresa, número de ventas, índice de satisfacción del empleado, tráfico del sitio web, ingresos…
Por otra parte, para comprender plenamente el impacto del plan de formación de una empresa, deben emplearse diversos métodos de evaluación, como encuestas, métricas de rendimiento y comentarios cualitativos. El objetivo es aprovechar todo el potencial de esta estrategia empresarial.
La importancia que tiene un plan de formación corporativo para tu empresa
En el ámbito empresarial de hoy en día, contar con un programa estratégico de formación corporativa es esencial para el éxito. Entre otras ventajas, mantiene al día de las últimas tecnologías, tendencias y prácticas óptimas a cada integrante del negocio.
Pero su aspecto más atractivo recae en potenciar las habilidades rápidamente, y traducir esa mejora en una mayor productividad, un abaratamiento de los costes, así como en una importante ventaja competitiva que te diferenciará en el sector.
Recuerda que proporcionar oportunidades de desarrollo comunica que valoras cada esfuerzo, inspirando así compromiso laboral o engagement, satisfacción y lealtad por parte de los mejores talentos.
4 áreas de formación que debe cubrir un plan de formación corporativo para que sea exitoso
Funciones técnicas
Las empresas de hoy en día dependen en gran medida de las funciones técnicas para seguir creciendo. Para ello, un plan de formación corporativo debe abarcar secciones sobre cómo emplear nuevas herramientas o métodos que agilizan el proceso productivo.
Esto supone impartir clases teóricas en primer lugar, pero incidir sobre todo en las clases prácticas donde el empleado pueda familiarizarse con el nuevo recurso hasta integrarlo de forma natural, y aprender a solucionar los problemas técnicos.
Además, un ejemplo de plan de formación que debe incluirse es la que se imparte a los nuevos empleados, para asegurarse de que comprenden las políticas de la empresa en relación con las funciones técnicas.
Competencias interpersonales
Para destacar en el mundo empresarial es necesario tener unas sólidas competencias interpersonales. Esto significa tener las habilidades necesarias para comunicarse con éxito. Un plan de formación centrado en esta capacidad construirá un perfil profesional atractivo.
Esto implica medios de expresión tanto verbales como no verbales, la escucha activa y la capacidad de articular ideas de forma sucinta. Así se establecen vínculos más fuertes con colegas, clientes y partes interesadas.
La resolución de problemas es otro aspecto importante. En el lugar de trabajo pueden surgir conflictos, y tener la competencia para resolverlos eficazmente es esencial. Asimismo, el trabajo en equipo es un componente crucial de la formación.
Competencias digitales
Las competencias digitales se refieren a las habilidades y conocimientos necesarios para utilizar eficazmente las herramientas digitales y lograr los objetivos empresariales.
Esto incluye ámbitos como el análisis de datos, el marketing digital o la gestión de las redes sociales. Otro elemento esencial es la ciberseguridad. Los empleados deben estar equipados para identificar y responder a posibles ataques.
Por ello, algunos ejemplos de planes de formación en empresas son: la gestión de contraseñas, la detección de intentos de phishing y la protección de la información sensible. De este modo, se evitan posibles brechas de seguridad que causarían pérdidas considerables.
Responsabilidad corporativa
Para ello, hay que instruir a los empleados sobre cómo incorporar a su trabajo los principios éticos y de responsabilidad social. Esta educación les permitirá darse cuenta de la influencia que tienen sus decisiones en el entorno corporativo.
Cuando se aplica correctamente, un programa de formación corporativo ayuda al personal a comprender sus obligaciones y cultivar las habilidades necesarias para tomar decisiones éticas en sus operaciones diarias.
Por ende, la formación en responsabilidad corporativa es imprescindible cuando se intenta crear una empresa sostenible. La capacitación en este ámbito siempre conduce a una mejora de la reputación empresarial.
Además, la inclusividad deberá integrarse en el plan. Las empresas deben garantizar que su personal es diverso para fomentar un ambiente de trabajo sano y productivo.
7 pasos para hacer un plan de formación corporativo que mejore la productividad de tu negocio
Identifica las necesidades de formación
Todos los departamentos y empleados deben participar en este proceso, ya que pueden aportar información útil sobre las áreas que deben mejorarse en el plan corporativo.
Una evaluación de las carencias competenciales es una forma eficaz de comenzar. El análisis DAFO es una herramienta de planificación estratégica utilizada para evaluar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de una organización.
Este análisis permite obtener una visión general y sistemática de los factores que afectan a la situación en estudio: decidir el tipo de formación adecuado, considerar la amplitud y duración, así como los recursos necesarios para su ejecución.
Diseña el plan según tus objetivos específicos
Al elaborar planes de formación, es esencial que conozcas a fondo tus resultados deseados. Para alcanzar el éxito, debes precisar los conocimientos que el personal necesita.
Centrarte en las áreas de progreso necesarias garantiza que tu plan sea eficaz y eficiente, además de estar alineado con la estrategia de la organización para obtener el máximo rendimiento de la inversión.
Desarrolla los contenidos junto con otros expertos
La formación en la empresa requiere colaboración a la hora de configurarse para el éxito. Reunir a un colectivo de expertos que posean diversas perspectivas es la clave.
Trabajando en tándem, se pueden compartir ideas y suplir carencias. El esfuerzo combinado da como resultado un plan de formación adaptado a las necesidades particulares.
Para establecer los contenidos, es esencial implicar a especialistas de todas las divisiones. Esto puede incluir a directivos, formación a miembros de recursos humanos y expertos externos en la materia.
Al incorporar conocimientos externos, el programa de formación mejora con ideas modernas, prácticas superiores y tendencias del sector. Esta táctica cooperativa garantiza que sea pertinente para todos.
Planifica el calendario de formación
El diseño de un calendario debe hacerse con el objetivo de proporcionar una formación lo más eficaz posible, lo que incluye decidir la duración de cada sesión, la frecuencia y el lugar.
El calendario debe ser lo suficientemente adaptable como para responder a las necesidades de los trabajadores, y al mismo tiempo garantizar que el plan de formación corporativo sea eficaz.
Para ello, la planeación debe elaborarse con el objetivo de que cada sesión mejore la anterior. Esto garantizará que los trabajadores puedan utilizar lo que han adquirido en situaciones realistas.
Asigna los recursos necesarios
Esto implica reconocer el presupuesto, el tiempo y el personal necesarios para el programa. Es importante asegurar que los recursos son adecuados para cumplir los objetivos y asignarlos de la forma más productiva posible.
También significa elegir los materiales, las herramientas y la tecnología requerida. Es esencial seleccionar aquellos que puedan ofrecer la mejor experiencia de aprendizaje a los participantes dentro de tus posibilidades.
Comunica el plan
Una vez que hayas elaborado tu programa, es hora de comunicarlo eficazmente al equipo. Para hacerlo con éxito, es esencial definir expectativas claras sobre la finalidad y las ventajas del plan, incluidas las funciones y responsabilidades de cada participante.
Es crucial asegurarse de que todos están en la misma página y comprenden perfectamente sus obligaciones y elegir los canales adecuados para llegar a tu personal, en función del tamaño y la ubicación de la plantilla.
Evalúa la formación mediante el seguimiento
El siguiente paso es analizar los comentarios de tus empleados, observar su evolución y contrastar su rendimiento antes y después. El objetivo es conocer su opinión sobre la formación, su relevancia, la calidad de los materiales o la competencia de los métodos de enseñanza.
Hacerlo es la clave para realizar los ajustes necesarios. Establecer metas realistas y proporcionar retroalimentación continua te conducirá al éxito. Evaluar el plan es indispensable para que puedas confirmar que has logrado lo que tenías en mente.
5 consejos para la implementación exitosa de un plan de formación corporativo
Apoya la transferencia de habilidades
Implica llevar lo aprendido en el plan de formación corporativo a situaciones reales dentro de la organización. Esta transferencia puede ocurrir en diferentes niveles, desde habilidades técnicas específicas hasta competencias más amplias, como el liderazgo. Pero la clave es emplear abundantes ejemplos y enseñanzas que resuenen con una jornada habitual de trabajo.
Aprovecha el aprendizaje intergeneracional
En un plan de formación corporativo supondrá la colaboración y el intercambio de conocimientos entre diferentes generaciones. Este enfoque reconoce la diversidad de experiencias, perspectivas y habilidades que aportan los empleados senior.
Pero también se valora la aportación de los más jóvenes, que manejan las tecnologías con soltura. Significa dar un voto de confianza a diferentes miembros, que actúan como mentores para sus compañeros en las áreas que estos necesitan reforzar.
Explora los intereses de la plantilla
Explorar las aspiraciones de los empleados es primordial para elaborar un plan eficaz. Conocer sus objetivos ayuda a adaptar el plan a las necesidades e intereses individuales, aumentando la dedicación invertida.
Por último, explorar estos intereses genera una cultura de mejora y aprendizaje continuos. Animar a los empleados a perseguir sus intereses les infunde un sentido de propiedad en su desarrollo.
Proporciona feedback y apoyo continuo
A lo largo de la formación, es aconsejable comprobar periódicamente cómo avanzan los miembros del equipo y proporcionarles la ayuda que necesiten, lo que significa que los empleados se sienten reconocidos y respaldados.
Otra parte importante es establecer un canal de comunicación abierto y transparente entre la administración y el personal, en el que los empleados deben sentirse cómodos expresando sus pensamientos en relación con el proceso.
Investiga metodologías efectivas de enseñanza
La gamificación, los estudios de casos y las simulaciones son estrategias excelentes para instruir a los empleados, seleccionar el enfoque más adecuado es crucial para alcanzar lo deseado.
De esta forma, para elaborar un plan de formación corporativo de éxito, deben tenerse en cuenta metodologías de enseñanza de probada eficacia. Destaca el aprendizaje experiencial, ya que fomenta la resolución de problemas en el mundo real, lo que permite aplicar los conocimientos recién adquiridos al trabajo.
Además, este enfoque posibilita el desarrollo de habilidades transferibles, como el pensamiento crítico, la comunicación y el trabajo en equipo, esenciales en el lugar de trabajo.
La gamificación es otra metodología beneficiosa, que implica la incorporación de elementos de juego, como recompensas, insignias y tablas de clasificación, para hacer que el proceso sea entretenido e interactivo.
Por otra parte, el aprendizaje personalizado atiende a las necesidades y estilos únicos de cada empleado. Al adaptar la formación, éste puede aprender a su propio ritmo y de un modo que resuene con él.
Cabe destacar que el concepto de microaprendizaje, que consiste en ofrecer contenido en pequeñas dosis fácilmente asimilables, también ha ganado gran popularidad como método educativo.
6 beneficios de un plan de formación corporativo exitoso
Mejora del desempeño y la productividad
Son algunas de las principales ventajas de un programa de formación satisfactorio. Al proporcionar a los empleados la instrucción necesaria, adquieren más destreza en sus funciones, lo que se traduce en mayor eficiencia.
Determinando las necesidades individuales de formación, los directivos pueden garantizar que los empleados reciban la formación que necesitan para ejecutar sus tareas cada vez con más éxito.
Mejor comunicación entre el equipo
La clave de cualquier empresa próspera es una comunicación competente. Para mejorar la productividad, es importante formular un plan de formación corporativo que se centre en perfeccionar las habilidades sociales.
La escucha activa es la capacidad de prestar toda la atención a lo que alguien dice, captar el mensaje que se comunica y responder adecuadamente. Pero la comunicación eficaz no consiste sólo en hablar y escuchar, sino que también implica elementos no verbales.
La postura, las expresiones faciales y los gestos pueden transmitir mensajes poderosos que alteren la comunicación. El objetivo es mejorar la percepción emocional, crear compenetración para colaborar de forma eficaz.
Ventaja competitiva
Establecer un plan exitoso supone una ventaja competitiva para cualquier empresa, es decir, potencia aquello que les desmarca de organizaciones similares para el consumidor.
Por ello, en un mundo empresarial altamente dinámico y competitivo, la formación continua y el desarrollo de habilidades se han convertido en factores cruciales para la supervivencia organizacional.
Aumento de la satisfacción laboral
Facilitar el aprendizaje fomenta la satisfacción laboral del trabajador al proporcionar confianza en su capacidad. Cuando los empleados perciban que están madurando y perfeccionando nuevas habilidades, se sentirán más comprometidos con la empresa.
Si tienen una vía clara de crecimiento y promoción también se vinculan con la organización, ya que cada día se acercan un poco más al ascenso profesional.
Mayor adaptación al cambio
Adaptarse a la transformación es una aptitud indispensable que toda empresa necesita para sobrevivir actualmente: innovaciones tecnológicas, expectativas de los consumidores, cambios en la política financiera…
Retención y atracción del talento
Una ventaja determinante es el aumento de la gratificación en el trabajo. Si un profesional percibe que su empleador está comprometido, es más probable que esté satisfecho con su trabajo y sea mucho menos propenso a buscar otro empleo.
En particular, esto es especialmente aplicable a los empleados más jóvenes, que suelen dar prioridad a la progresión profesional. Así es como se crea una plantilla entusiasta para retener a personal superior y atraer a nuevos talentos.
Conclusiones sobre los 7 pasos necesarios para diseñar un plan de formación corporativo exitoso
Por tanto, resulta evidente que la formación corporativa es un poderoso catalizador para el crecimiento y el éxito general. Irradia una energía transformadora que impulsa a los empleados a alcanzar su máximo potencial.
Según el informe de Randstad “Déficit de Talento”, en la actualidad el 70% de las empresas se enfrenta a un problema de desajuste de competencias, no se cubren vacantes porque los candidatos no cumplen las expectativas deseadas.
Por eso es tan valioso invertir en la formación adecuada de tu plantilla actual, así como en la de cada nueva incorporación. En cada seminario, taller o programa de aprendizaje, se siembran las semillas del desarrollo y la innovación, cultivando una cultura de mejora continua.
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